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lunes, 19 de septiembre de 2011

TE LO DEDICO A TI


Cuando el sentimiento puede más, las dificultades pierden peso. Cuando tienes a once corazones palpitando a mil y detrás de ello a todo un pueblo, la historia siempre pinta para ti. Sport Boys fue más grande que sus problemas y con el apoyo incesante y total de su gente, se sacó a Universitario del camino y comienza a soñar por pelear una copa internacional.

Y que nadie diga que el triunfo no fue merecido. Este Boys está para soñar, porque tiene jugadores comprometidos, porque tiene un entrenador que sabe a lo que juega y sobre todo, porque tiene una hinchada, que es, sin duda, la mejor del país. Lo de ayer fue para ponerle marco. Boys jugó con el alma, puso lo que tenía que poner, golpeó en los momentos claves y desató la euforia y la alegría en el puerto más maravilloso del Perú.



Recibimiento fue espectacular. Sin duda, en Grau fue una fiesta

Ayer nadie nos regaló nada. El esquema del técnico fue el correcto, salir a proponer sin dejar espacios y “matar” en los momentos justos, con inteligencia y mucha contundencia. Por eso fuimos ganadores. Desde el inicio, el equipo salió motivado, decidido a hacer respetar la casa. Una casa que lució llena. Por ello, los jugadores salieron tal leones por su presa. No dejaron respirar a los cremas, los ahogaron entre sus propias limitaciones y con mucho fútbol se llevaron el triunfo.

La defensa estuvo a la altura del compromiso. Fernando Alloco fue una muralla. El “Chino” Calderón nervioso al principio, pero luego encontró la tranquilidad para anular todos los embates merengues. Por las bandas, las proyecciones de Pereya y Román siempre importantes.



Boys fue más en el juego durante todo el partido.

Ese medio campo porteño es puro corazón. Albarracín luchando todas, “Machito” haciendo gala a su apodo, imponiendo respeto y pausa a la volante. Lizarbe cumplidor por su lado y Guevara siendo el cerebro que Boys necesita. Arriba un generoso Caggiano y un Leandro que cada fecha se mete más en el corazón de la gente.

Sin duda, con un equipo de hombres y no de nombres es difícil que te ganen. Todos metieron, corrieron, derrocharon sudor. Ahora nos tildan de favoritos, cuando nadie daba un “mango” por nosotros. Y pensar que este partido casi no se juega. Universitario pagó sobre la hora su deuda con Agremiados y quedó habilitado. Pero de nada valió. La fiesta estaba hecha para la gente del Callao.



Todos para uno y uno para todos. En Boys hay una sola idea: Hacer historia

Por eso, el grito eufórico de Alloco cuando metió el primer tanto, luego de un magistral centro de Guevara. Ese grito, fue el desfogo por una semana llena de problemas, por tener las billeteras vacías, por no concentrar. Y también fue el gol de la tranquilidad, el que hizo que puedan manejar los tiempos y las situaciones. En el complemento, era solamente plasmar en la cancha el dominio que se había tenido en el primer tiempo.

Los visitantes comenzaron a crear jugadas, pero es ahí donde creció la figura del recio defensa argentino. Boys comenzó a replegarse y tratar de salir al contragolpe, pero faltaba velocidad. Es ahí cuando el técnico hace un cambio inteligente. El ingreso de Jairzinho Baylón era para cambiarle la cara a la delantera porteña. Había que aprovechar su velocidad, su potencia. Y el “Camión” hizo gala a esa fuerza heredara por su padre. En un rápido contragolpe y luego de despacharse a Galván, colocó el balón en un ángulo imposible para el arquero. Golazo y a celebrar.



Grandes y chicos alentaron a la rosada. El hincha acudió al llamado

El Grau estalló de felicidad. La popular sur, abarrotada de gente, fue testigo de la celebración del delantero. Y no hubo tiempo para más. Solo para confundirse entre los abrazos de todos y para saludar a esa hinchada, que acudió al llamado, que hizo su parte y que al final fueron recompensados. Mientras tanto, hasta ahora Galván debe seguir buscando a Baylón. De seguro hasta soñó con él.

Y así Boys vuelve a soñar. La ilusión de llegar más lejos se va convirtiendo en una realidad. Pero debemos ir con calma, despacio, como lo dijo su técnico al final. “Aun no hemos ganado nada. Seguimos comprometidos con la baja, todo sigue muy peleado. Una vez que salgamos matemáticamente del tema del descenso, ahí recién pensaremos en otro objetivo. Por ahora, vamos con calma”, expresó.

La próxima semana visitaremos Chiclayo. Un partido bastante complicado, pero se sabe que ahora sí, tienen con qué hacer daño. Estamos en media tabla, a dos puntos del sexto puesto (clasifica a la Sudamericana) y a ocho del penúltimo (pierde la categoría). La fe mueve montañas, y esta fe que se tiene por la rosada también. Yo creo que podemos ¿Y usted? VAMOS BOYS CARAJO.

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