Se dijeron de todo. Varios hinchas fueron a reclamarme a Guevara por su bajo rendimiento y “Machito” salió en su defensa. Entre insultos, amenazas y mentadas de madre, hinchas de la Juventud Rosada y el jugador protagonizaron un enfrentamiento que por suerte no llegó a mayores.
Los padrinos y argolleros jamás serán queridos en el puerto del vacilón. Aquel que no sude la rosada y atente contra los intereses de tan sagrada institución, va a conocer la furia porteña. Lo sucedido al término del partido que Boys empató ante Vallejo, es el reflejo del hincha ante tanta burla por parte de dos personajes que se creen dueños del club.
Empate transitorio dejó mal sabor a los jugadores
Acá desterramos la violencia, cualquier acto que manche el fútbol, antes, durante o después de un partido, tiene que ser reprimido y sancionado. Pero a veces la pasión enardece los ánimos de quienes dejan la vida en las tribunas y por ende salen a reclamar, lo que para ellos, es justo.
La fanaticada rosada en general no entiende lo que sucede en la interna del club o que intentan ocultar los directivos de la institución. El caso de la argolla viene de tiempo, todos saben que el equipo es manejado y dirigido por Guevara y Gómez y los dirigentes tratan de ocultar semejante problema, lo cuales ellos mismos no son capaces de solucionar.
Solo juega para él
El intercambio de insultos, las amenazas y los golpes son productos de la desazón que rodea al hincha. Y Karla Bozzo declara que argolla no existe en el equipo. O no es realista o trata de esconder lo inevitable. Si esa argolla no existe, quién sacó del equipo a Elías, Nacho y Pérez. Si argolla no existe, porque no renovaron con Jáuregui, que es mucho más que Caggiano. Si no existe argolla, porque estos personajes hacen y deshacen dentro del club.
Hay versiones, no oficiales, que esto es verdad. Declaraciones y acciones vistas por personas que no pueden salir a refutar lo que vieron o dijeron. Pero todos saben lo que pasa dentro del equipo, menos los que tienen la obligación de velar por nuestros intereses.
Simpatía y olfato goleador del colombiano le está trayendo problemas con la argolla
Y se vio en el partido con los trujillanos. Nadie discute el talento de Guevara, pero siempre juega para sus intereses. Los rumores que dicen que el capitán ya le puso la cruz al colombiano García, son más fuertes y el sábado se reflejó en algo. El colocho se mató buscando los espacios y el volante lo ignoró. Solo en el gol, lo encontró, pero el sin sabor para muchos igual quedó.
Con un hombre de más, Boys no supo manejar el partido. El juego se centraba en lo que hacía Guevara y así no puede funcionar. La metodología de ataque de Boys se volvió conocida, se sabía de ante mano como terminaría cualquier jugada de gol, por eso la ventaja nunca llegó. Y eso fue lo más enfureció al hincha, al ver que su equipo sufría de una guevaradepencia grave.
Argentino jugó solo cinco minutos, pero igual demostró que la conoce.
El ingreso de Giampietri a cinco minutos del final, es inconcebible. El talento del argentino se vio en las primeras pelotas que tocó. Estará subido de peso, pero la calidad y la visión que tiene para dar pases, es increíble. Por ello, nadie se cree el cuento que no juega por “gordito”.
Si el argentino no es tomado en cuenta, es porque alguien se lo prohíbe. Tal como paso con Jáuregui, o con Mariño y hasta con el mismo Elías. Al capitán no le gusta que nadie interceda en su puesto, no le gusta compartir la posición, no le gusta que le quiten notoriedad. Y el hincha no es sonso, el chalaco se da cuenta de las irregularidades que suceden y al no ver respuesta por parte de los directivos, actúan bajo su propia modalidad.
"Acá no hay argolla"
Por ello la reacción al final, la frustración de jugar siempre dependiendo de alguien que no juega en grupo. Por el bien del club, se espera que las cosas cambien, que los dirigentes se den cuenta el daño que le hacen al equipo y se pongan los pantalones para tomar buenas decisiones.
Ser presidente de un club grande no es solo una cara bonita, es también firmeza y buen tino a la hora de actuar. VAMOS BOYS CARAJO.
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